Japón quiere prohibir la venta de vehículos nuevos de gasolina o diésel en unos 15 años como parte de sus esfuerzos por alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, informaron este jueves los medios de comunicación locales.
Según el diario Mainichi, que no cita fuentes, el gobierno japonés y los fabricantes de vehículos negocian este proyecto, que debería entrar en vigor a mediados de la década de 2030 y podría anunciarse la semana que viene.
En octubre el primer ministro, Yoshihide Suga, se comprometió a que Japón alcance la neutralidad de carbono para 2050, lo que obliga a los grandes grupos a preparar estrategias para limitar sus emisiones de CO2.
El anuncio japonés fue bien acogido por los ecologistas y la ONU, pero Japón, todavía muy dependiente de los combustibles fósiles, no detalló cómo prevé alcanzar su objetivo.
El país quiere aumentar la proporción de vehículos de bajas emisiones, tanto híbridos como eléctricos, al 50-70% para 2030, contra el 40% en 2019.
California anunció en septiembre que ningún coche nuevo vendido en su suelo podía estar equipado con un motor diésel o de gasolina.
El Reino Unido se ha fijado como meta prohibir las ventas de vehículos nuevos de gasolina y diésel para 2030.